Conflictos bélicos actuales, ha generado desplazamientos masivos de personas y una necesidad urgente de asistencia humanitaria. Los traductores e intérpretes son esenciales para facilitar la comunicación entre los desplazados internos, los refugiados y las organizaciones humanitarias, garantizando así la provisión de alimentos, refugio, atención médica y otros servicios básicos.
Los traductores e intérpretes son indispensables para que las organizaciones humanitarias puedan comunicarse eficazmente con las comunidades afectadas y brindarles la asistencia que tanto necesitan para sobrevivir y recuperarse.
Además, en el contexto de la pandemia de COVID-19, la labor de los traductores e intérpretes en estas regiones se ha vuelto aún más importante. La propagación del virus, que cada cierto tiempo genera nuevas olas de contagios, ha aumentado la necesidad de información precisa y actualizada en diferentes idiomas, y el trabajo de los traductores e intérpretes es imprescindible para que todas las personas puedan acceder a esta información y comprender las medidas de prevención y los servicios de salud disponibles.
En términos objetivos, según el informe Language and Translation Needs in Disaster Situation, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que, aproximadamente, el 50 % de las personas afectadas por emergencias humanitarias necesitan información en un idioma que no es su lengua materna. Este dato subraya la importancia de contar con traductores e intérpretes capacitados para que todas esas personas puedan acceder tanto a ayuda humanitaria como a la información necesaria para su seguridad y bienestar.
Los traductores e intérpretes profesionales no solo facilitan la comunicación práctica, sino que también actúan como mediadores culturales y ayudan a construir puentes de entendimiento y empatía entre las comunidades afectadas y los trabajadores humanitarios. Podemos concluir, por tanto, que es fundamental invertir en la capacitación y el apoyo adecuados, así como promover políticas y prácticas que reconozcan y respeten sus derechos laborales y su papel como agentes de cambio social. Al hacerlo, estaremos garantizando que las personas afectadas por crisis humanitarias reciben la ayuda y el apoyo que necesitan de manera digna y efectiva y avanzaremos hacia un futuro más justo y equitativo para todos.