La primera teoría conocida, según la cual el Black Friday tiene un origen esclavista porque el día siguiente al Día de Acción de Gracias los traficantes de esclavos negros bajaban sus precios para la temporada de invierno, quedó totalmente descartada para dar paso a otra hipótesis más aceptable que sitúa el origen del Black Friday en el 24 de septiembre de 1869. Ese viernes, los agentes de bolsa Jay Gould y Jim Fisk intentaron acaparar todo el oro del mercado, pero su plan falló, pese a que emplearon todos los recursos que tuvieron a su alcance, incluido el soborno. Lo único que consiguieron fue que el precio del oro se desplomara y, como consecuencia, muchos inversores se arruinaran, motivo por el cual esta jornada pasó a ser conocida como Black Friday.
No fue hasta casi un siglo más tarde cuando este término se utilizó de nuevo. A mediados de la década de los cincuenta, el viernes después de Acción de Gracias, la ciudad de Filadelfia se colapsó ante la cantidad de gente que llegó a la ciudad para hacer sus compras de Navidad o asistir a un partido de fútbol americano que tuvo lugar ese sábado entre el Ejército y la Marina estadounidenses. Fue tal el caos que impedía a los agentes de policía controlar a las multitudes que ese día quedó bautizado como Black Friday. Así fue como los comerciantes filadelfianos comenzaron a utilizar este término para definir la avalancha de personas que acudían a las tiendas el día después de Acción de Gracias.
Esta expresión se extendió por todo el país en el año 1975, después de que The New York Times la utilizara para referirse a los problemas de circulación que se originaron en la ciudad a raíz de los descuentos del día posterior a Acción de Gracias. Desde ese momento, el término no ha hecho más que popularizarse hasta convertirse en lo que es hoy: un evento en el que las empresas ofrecen grandes descuentos. En Estados Unidos, fueron los famosos almacenes Walmart y Sears los primeros en proveer de ofertas a sus clientes, mientras que en nuestro país el boom del Black Friday llegó en noviembre de 2012 de la mano de la multinacional alemana MediaMarkt, seguida de grandes cadenas como El Corte Inglés o empresas como Amazon.
¿Y por qué en España no lo llamamos «Viernes Negro»?
Según la Fundéu, «la expresión “viernes negro” es preferible en español a Black Friday y también puede alternar con otras como “viernes de descuentos”, “viernes de ofertas”, “viernes de compras”… ». Sin embargo, tenemos la mala costumbre de abusar del uso de voces inglesas que tienen traducción al castellano porque nos parecen más guay, lo cual a nosotros, como traductores profesionales, nos da bastante pena. Ocurre igual si hablamos del Cyber Monday, una jornada dedicada a las ventas por internet, que se celebra el lunes siguiente al Black Friday para así incitar a comprar durante todo el fin de semana y hacer aún más redondo el negocio. En este caso, la Fundéu ofrece como alternativa el término «ciberlunes», que tampoco ha conseguido imponerse aún a la voz inglesa.