- Traducción jurídica: Esta es una de las especialidades más demandadas. Sin embargo, los textos jurídicos son, en general, complejos, y cada uno tiene sus propias peculiaridades. Por esta razón, es importante que si quieres dedicarse a esta rama tengas un profundo conocimiento del lenguaje del Derecho.
La traducción jurídica es una disciplina muy interesante, pero, si realmente quieres traducir textos jurídicos, tendrás que formarte adecuadamente para ello. Solo de este modo te familiarizarás con la jerga legal, evitarás errores de expresión, conocerás los matices de la terminología jurídica y serás capaz de realizar traducciones naturales y precisas.
- Traducción jurada: No es raro confundir la traducción jurídica con la traducción jurada, pero, como ya explicamos detalladamente en un artículo anterior, los traductores jurídicos no siempre son traductores jurados. La diferencia está en que el traductor jurado está autorizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para otorgar carácter oficial a las traducciones mediante su firma y sello.
El rango de documentos que son susceptibles de traducción jurada es tan amplio que abarca desde documentación académica hasta pruebas judiciales, pasando por certificados de antecedentes penales, certificados expedidos por el Registro Civil, documentos mercantiles, testamentos, resoluciones judiciales, estatutos sociales o certificados médicos, por mencionar algunos ejemplos.
- Traducción económico-financiera: Al igual que la traducción jurídica, la traducción económico-financiera es una de las especialidades que más demanda y mejores tarifas ofrece. Sin embargo, los textos económicos y financieros también son complejos y están repletos de minuciosos detalles. Por tanto, si quieres dedicarte a este campo de manera profesional deberás tener un gran conocimiento de los conceptos más importantes.
Informes financieros, cuentas anuales, contratos mercantiles, productos y servicios bancarios… Estos son solo algunos de los documentos a los que tendrás que enfrentarte si te dedicas a la traducción económico-financiera. Una buena formación que incluya grandes dosis de práctica será fundamental para que le pierdas el miedo a la terminología financiera, conozcas el sentido del vocabulario económico y te veas capaz de asumir cualquier encargo de traducción.
- Traducción comercial o de marketing: Esta especialidad se aleja bastante de las últimas que hemos descrito, dado que no es tan técnica, y también me atrevería a decir que no está tan bien pagada. Se trata de un tipo de traducción más «creativa», como lo son también la traducción literaria y la traducción audiovisual. Pero no por ello es más fácil. La traducción profesional de contenidos promocionales, publicitarios o simplemente informativos exige un minucioso trabajo de adaptación al país, región o público al que van a ir dirigidos. De ello depende el éxito de cualquier proyecto o campaña internacional.
Si algo podemos concluir es que cada especialidad de traducción tiene su complejidad y que para todo hay que valer. Cada uno debe encontrar aquello que lo motiva e ilusiona. No importa a que te dediques, mientras seas el mejor en lo que hagas, así que ¡a por todas!