El traductor
Es la primera figura que nos viene a la mente cuando pensamos en una empresa de traducción. Lógicamente, la labor del traductor profesional, que puede realizar traducciones simples o juradas constituye una de las piezas clave del engranaje de cualquier empresa de servicios lingüísticos. Sin embargo, a diferencia de lo que pueda parecer, las agencias de traducción no siempre cuentan con traductores en plantilla. En alguna ocasión se contrata el servicio de algunos traductores nativos de las combinaciones lingüísticas más demandadas, que cuenten también con formación suficiente en los ámbitos de especialidad que ofrece la empresa, y subcontratar el resto de los servicios a profesionales freelance.
El revisor
El trabajo del revisor es imprescindible para entregar una traducción de primera calidad y garantizar la ausencia de errores u omisiones por parte del traductor. Este puesto suelen ocuparlo profesionales que ya cuentan con amplia experiencia como traductores, o que incluso desempeñan ambos roles dentro de la empresa. No obstante, en agencias de gran tamaño, también es muy habitual contratar a profesionales de forma externa.
Project Manager
Es la persona responsable de coordinar los proyectos lingüísticos y de conectar las necesidades del cliente con los proveedores mejor preparados. Su trabajo empieza por analizar la documentación para así poder asignar el proyecto al lingüista que más se ajusta al perfil requerido, establecer los plazos de entrega y supervisar todo el proceso con el fin de garantizar que el trabajo se lleva a cabo conforme a las condiciones establecidas. En ocasiones, el gestor de proyectos asume también la tarea de resolver con el cliente las dudas que pueden surgir en torno a la traducción o de unificar los recursos que se van a utilizar cuando un proyecto se lleva a cabo entre varios traductores, si bien hay empresas que cuentan con la figura independiente del language lead, que se encarga precisamente de coordinar los proyectos desde un punto de vista lingüístico.
Vendor Manager
Si una persona cuenta con excelentes habilidades comunicativas y capacidad de negociación, el puesto de vendor manager es el idóneo. Esta parte del equipo es la encargada de buscar nuevos clientes o proyectos en los que la empresa pueda participar, así como de renovar y ampliar la red de proveedores lingüísticos de la agencia. Además, se encarga de negociar las tarifas con los colaboradores (un tema bastante complejo).
Estos son quizá los perfiles más destacados dentro una agencia de traducción, pero no podemos dejar de mencionar, por ejemplo, al personal de administración, que se encarga, entre otras cosas, de atender el pago de las nóminas y las facturas, a los correctores profesionales, especialmente presentes en el ámbito editorial, o a los terminólogos, cuya labor consiste en facilitar y mantener actualizados las memorias de traducción, los glosarios y los recursos de consulta.
Y ahora que ya conoces mejor la estructura interna de una empresa de traducción profesional, ¿qué puesto crees que se adapta mejor a tu experiencia, formación y habilidades? ¡Te leemos en comentarios!