La interpretación exige un altísimo nivel de concentración y agilidad mental. Los intérpretes deben escuchar, procesar y traducir el mensaje en cuestión de segundos, sin perder de vista la coherencia, el tono y los elementos culturales. El ritmo de trabajo y la escasa antelación con la que a veces se solicitan los servicios de interpretación añaden aún más estrés a una labor ya de por sí compleja. Y es que uno de los aspectos menos visibles de la interpretación de conferencias es el trabajo que hay detrás del trabajo, es decir, la cantidad de preparación previa que requiere. Los intérpretes profesionales investigan y estudian durante días el tema del evento, incluida la terminología que se va a utilizar y el contexto cultural en el que se desarrolla.
Otro de los factores que más están repercutiendo en el sector son las nuevas tecnologías. Los cambios tecnológicos traen consigo nuevas oportunidades, pero también plantean desafíos técnicos y crean una necesidad de formación continua para poder ofrecer ese servicio cualificado y personalizado que demandan las empresas contratantes. Pese a la llegada de soluciones tecnológicas cada vez más perfeccionadas y de bajo coste, la calidad del trabajo humano sigue siendo insustituible, especialmente en el ámbito de la interpretación de conferencias, donde la preparación, la precisión y la comprensión contextual no pueden replicarse con máquinas.
Los intérpretes de conferencias desempeñan su labor en un entorno laboral muy exigente, por lo que la empatía de las empresas contratantes puede favorecer en gran medida su calidad de vida, rendimiento y bienestar mental. Pero ¿cómo pueden las empresas facilitar la labor de los intérpretes profesionales?
En primer lugar, es fundamental planificar bien los eventos. Si se confirma la contratación del servicio y se proporciona a los intérpretes los materiales de referencia con suficiente antelación, se reduce enormemente el estrés y se mejora la calidad del servicio prestado. En este sentido, también es fundamental ofrecer unas buenas condiciones de trabajo. La interpretación es una actividad que conlleva un enorme esfuerzo psíquico y una carga cognitiva, por lo que es muy importante garantizar que se hacen las pausas necesarias y se ponen a disposición de los intérpretes equipos técnicos de calidad.
Otro aspecto que repercute positivamente en los resultados y fomenta un ambiente de trabajo más motivador son las tarifas. De hecho, según un reciente estudio de mercado, las bajas tarifas son el factor que más estrés provoca para casi el 45 % de los profesionales del sector. Cuando hay un reconocimiento económico justo y las tarifas se ajustan al nivel de especialización que requiere la interpretación de conferencias, el intérprete se siente valorado, lo que mejora el rendimiento general del sector y, por supuesto, las finanzas de los profesionales.
En este sentido, la formación y la actualización son también importantes. Facilitar a los intérpretes el acceso a cursos de formación en nuevas tecnologías y tendencias del sector a través de las asociaciones profesionales o de las propias empresas que requieren estos servicios puede mejorar significativamente la calidad del trabajo y la adaptación a los cambios del mercado.
El Día de la Interpretación de Conferencias debe servir para recordarnos que, detrás de cada discurso bien transmitido hay un profesional comprometido, que no solo tiene un amplio dominio de los idiomas de trabajo, sino que también posee la habilidad de transmitir con precisión el mensaje y sus matices. (Re)conocer los retos a los que se enfrentan los intérpretes de conferencias es el primer paso para valorar su labor y apoyar su desarrollo en esta profesión tan difícil como esencial.