La Lengua de Signos no es universal, existen muchas lenguas de signos alrededor del mundo, cada país tiene una o varias lenguas de signos.
Es el caso de España, que cuenta con varias lenguas de signos, debido a las apariciones y evoluciones independientes de cada una de ellas.
La senadora de Podemos por designación autonómica de Valencia, Pilar Lima, es profesora especialista en lengua de signos.
Según algunos lingüistas, la Lengua de Signos Valenciana (LSCV), utilizada por más de 15.000 personas en la Comunidad Valenciana y la Lengua de Signos Española (LSE), son dos variantes de una misma lengua, mientras que, la Lengua de Signos Catalana (LSC) tiene un importante grado de variación y, por tanto, tiene suficiente entidad como para tener autonomía normativa propia.
La semejanza léxica de la LSCV y de la LSC que tienen ambas con la LSE está alrededor del 70% del vocabulario, mientras que entre la LSCV y la LSC se encuentra alrededor del 65%. Por tanto, lingüísticamente se consideraría que las tres se encuentran en una frontera en la que, por un lado, pueden ser dialectos de un estándar inexistente, o bien, pueden ser diferentes lenguas que pertenecen a una misma familia. Sea como sea, lo cierto es que, las personas sordas tienen muchísimos menos problemas para comunicarse con gente de otros países que las personas oyentes ya que cuentan con una solución que les permite comunicarse cuando se reúnen en cónclaves o eventos internacionales.
Esta solución conocida como sistema internacional de signos (SSI) no es una lengua sino un pidgin, es decir, no es una lengua materna sino una segunda lengua aprendida, fruto de una necesidad concreta, un código simplificado que permite una comunicación lingüística escueta. Una herramienta de comunicación muy flexible que permite al signante poner en práctica cualquier recurso que ayude a conseguir una comunicación plena.
Durante el primer Congreso Mundial de Sordos, celebrado en Roma en el año 1951, quedó patente la necesidad de un sistema con el que pudieran comunicarse todos los participantes de la misma, lo que dio lugar a la creación de una primera comisión que tenía como objetivo la unificación de signos que posibilitasen la comunicación entre personas signantes usuarias de diferentes lenguas de signos.
El fruto de esta comisión fue el sistema Gestuno, nombre que proviene del inglés gest y las siglas de la Organización de las Naciones Unidas en inglés (UNO). Sin embargo, este primer sistema no tuvo la aceptación esperada por diferentes razones:
- Las propias personas sordas no entendían el sistema.
- Aún había muchos países tratando de lograr que su lengua de signos nacional se reconociera oficialmente.
- Se habían tomado los signos de los países que tenían mayor representación en la comisión.
- El sistema, no contenía prácticamente ninguna indicación relativa a la gramática ni a la creación de nuevos signos.
- Y por el temor a que la popularización de este sistema acabara con las distintas lenguas de signos
No fue hasta el año 1985 con el proyecto conocido como el International Sign Project, cuando se comenzó a desarrollar un sistema internacional de signos que sí incluía algunas nociones de gramática, además de signos icónicos más fáciles de entender y aprender y algunos préstamos de las lenguas de signos europeas y norteamericana.
Pues bien, ahora que ya sabemos un poco más sobre las Lenguas de Signos y sus falsos mitos y porque las personas sordas también cantan, retamos a todos nuestros amigos PAFELINGÜEROS a cantar la mejor versión del éxito de este verano, la canción “Despacito” de Luis Fonsi en la LSE con el siguiente video: