El 13 de octubre de 1307, el Rey de Francia, Felipe IV inició la persecución de los templarios que terminó con su último gran maestre Jacobo de Molay lanzando una amenaza profética antes de ser quemado vivo: «Dios conoce que se nos ha traído al umbral de la muerte con gran injusticia. No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia. Dios se encargará de tomar represalias por nuestra muerte. Yo pereceré con esta seguridad».Un año después fallecieron el Monarca galo y el Papa Clemente V que lo toleró.
En España y en los países de América Latina, no hay temor el viernes 13, pero si al martes 13. En Italia, la mala suerte se asocia al número 17, y no al 13 y en China, al número 4 que se pronuncia "shi", la muerte, el número 13 sin embargo, esta asociado con la vida.