Nosotros, como empresa de traducción, queremos facilitarte esta tarea y, por ello, vamos a dedicar el artículo de hoy a explicar qué puede ofrecer una agencia de traducción como Pafelingua.
- Productividad
La capacidad productiva de una empresa de traducción siempre va a ser mayor que la de un traductor autónomo, por lo que, en caso de que tengas que traducir documentos de gran volumen o en múltiples idiomas, te ofreceremos un servicio más eficiente, ajustado a tus necesidades. Ten en cuenta que un traductor profesional tiene una capacidad productiva media diaria de entre 2.000 y 3.000 palabras, según lo familiarizado que esté con el campo de especialidad o lo complejo que sea el contenido de los documentos. En cambio, una agencia de traducción tiene la posibilidad de dividir el proyecto entre varios traductores profesionales que, además, al trabajar codo con codo, pueden ir unificando criterios y terminología, de manera que el resultado quede lo más pulido posible.
- Disponibilidad inmediata
Cuando un traductor autónomo se compromete con un cliente a realizar un proyecto de gran envergadura, este absorbe la mayor parte de su tiempo y capacidad de trabajo, de manera que solo lo puede alternar con la traducción de documentos breves. Sin embargo, una empresa de traducción como Pafelingua cuenta tanto con trabajadores en plantilla dedicados a las combinaciones lingüísticas más demandadas como con una amplia base de datos de traductores autónomos especializados también en lenguas minoritarias, lo cual aumenta la disponibilidad del servicio.
- Celeridad
Este aspecto está estrechamente ligado a los dos anteriores. Si necesitas una traducción urgente, lo ideal es que recurras a una agencia de traducción, puesto que, al tener mayor capacidad productiva y contar con un número más elevado de colaboradores, tanto fijos como eventuales, podrá hacer frente sin problema a cualquier proyecto imprevisto o que requiera una gestión compleja.
- Fiabilidad
Otra ventaja de las agencias de traducción es que podemos encontrar fácilmente información sobre el año en que se constituyó, el número de empleados que la integran, si tiene incidencias abiertas con la Administración o procesos judiciales pendientes, etc., y así hacernos una idea de su solvencia y experiencia y comprobar si la información que la empresa ofrece sobre sí misma es veraz. Esto no ocurre en el caso de los traductores autónomos y, por desgracia, el intrusismo en este sector es un problema muy grave. Por tanto, debes estar alerta ante cualquier sutil pista que te lleve a pensar que un currículo es falso. También hay que tener cuidado con los falsos traductores jurados. Haz caso siempre a tu intuición y, ante la duda, ponte en contacto con una empresa de traducción como Pafelingua.
Escrito por Ana Gutiérrez González