En las últimas décadas, el turismo cultural de museos se ha ido configurando como uno de los componentes más importantes de la industria turística, un sector dinámico e indudablemente relevante para la economía que atrae público nacional y extranjero. Pero, cuando una persona visita un museo, no busca solo contemplar una obra, sino informarse sobre un hecho, un estilo, un artista, una época… En definitiva: aprender. Ahí es donde entran en juego los textos y la traducción museística como actividad de mediación intercultural.
Pero ¿qué elementos puede ser interesante traducir en aras de la proyección internacional del museo?
- Cartelas. En los museos o exposiciones cada una de las obras de arte van acompañadas de una cartela que generalmente contiene el nombre del autor, el título de la obra, el año en que se realizó, la técnica utilizada y las medidas del cuadro, la escultura o el objeto de arte. Las cartelas suelen traducirse únicamente al inglés, aunque esto puede variar según donde se ubique el museo.
- Paneles de sala. Los conservadores de museo son los responsables de redactar tanto las cartelas como los paneles de sala, esto es, paneles que explican a los visitantes lo que van a descubrir en la sala. Sin embargo, a diferencia del primer elemento que hemos descrito, es habitual que el visitante los encuentre en varios idiomas (normalmente, inglés, francés y español), aunque, nuevamente, esto depende del lugar donde se encuentra el museo y del público al que esté dirigido.
Hay otro aspecto que se debe tener en cuenta a la hora de determinar a qué idioma/s traducir las cartelas o los paneles de sala. En primer lugar, es fundamental determinar de qué países proceden la mayoría de visitantes y, a partir de ahí, el museo puede valorar qué idioma pueden entender mejor, a pesar de no tener nociones. En este sentido, por ejemplo, el español gana al árabe, ya que un italiano o un portugués va a ser capaz de captar, al menos, algunas ideas sueltas.
- Audioguías. Si nos apartamos de los elementos puramente visuales, la traducción de las audioguías es otra actividad fundamental de cara al visitante extranjero. El contenido de las audioguías son descripciones de los conservadores que luego se guionizan y, en este caso, sí suelen traducirse a multitud de idiomas: inglés, francés, español, italiano, alemán, japonés, coreano, chino, portugués… Es importante, no obstante, que los textos de las cartelas y las audioguías estén unificados y haya coherencia entre ellos.
Los folletos institucionales, el sitio web del museo o las exposiciones temporales también se engloban en el ámbito de la traducción museística, una especialidad en auge que exige amplios conocimientos y la intervención del traductor profesional como mediador cultural. Sea lo que sea lo que necesita tu museo, cuenta con el equipo que Pafelingua pone tu disposición. Traducimos desde y hacia todos los idiomas del mundo, incluso en las combinaciones lingüísticas más inusuales. ¡Contacta con nosotros!